No nos gusta hacer dieta, bueno, al menos a mí nunca me
gustó. Tenía que prepararme mentalmente, animarme, motivarme, convencerme de
que debía hacerlo por mi bien. A veces realmente hasta me entusiasmaba
comenzar, pero a los pocos días ese entusiasmo iba mermando, disminuyendo poco
a poco hasta que tiraba la toalla y la dejaba. Entonces volvía a los refrescos,
dulces, empanaditas en el cafetín de la universidad o del puesto cerca del
trabajo.
¿Por qué no me mantenía en mi dieta? Porque me cansaba de las
restricciones y de lo triste y deprimente que era la comida. Sin azúcar, baja
de sal, a la plancha, sancochada….sencillamente deprimente. Y como no iba a
serlo, ¿qué de alegre puede tener un plato de una pechuga de pollo a la plancha
insípida con ensalada de lechuga así sin más? ¿O desayunar una galleta de soda
con café negro simple y cenar sin carbohidratos? , se me iban los ojos cuando
desfilaba frente a mí un pancito o una arepita. Pero ALTO, los carbohidratos
engordan. O eso creía yo. Así mismo empezaba la debilidad y el cansancio y
entonces dejaba la dieta.
Hoy aprendí que para estar sana y en un peso adecuado, hay
que llevar una vida coherente con ese principio: Saludable. Pero eso no tiene
que ser aburrido. Hay opciones que te ayudan en la transición para dar el paso
definitivo si necesitas algo de ayuda, como los edulcorantes, claro prefiriendo
siempre la opción más sana como la stevia. Pero lo mejor es que hay formas de
endulzar tus comidas con frutas. Solo hace falta querer descubrir este mundo
fascinante, del que el mercadeo de las grandes industrias de los productos
procesados nos ha apartado.
Hay que aprender a sustituir alimentos como por ejemplo la
sal común por la sal marina, el azúcar por stevia, el aceite de soya por oliva
o ajonjolí, los cubitos y sabroseadores por especias que hay en gran variedad,
las harinas refinadas por las integrales así como los cereales es mejor consumirlos con su concha que es
donde está la fibra. Hay formas de aderezos sanos sin mayonesa y un sinfín de
salsas y cremas para tus carnes, sin olvidar la variedad de vegetales que
podemos disfrutar. Artévete a ser parte de este mundo rico en variedad, sabores
y cambia tu estilo de vida. Diviértete comiendo y cuidando tu cuerpo y espíritu.