Asumí un curso nuevo y tuve que preparar una clase de
motivación y ausentismo laboral. En la teoría administrativa son conceptos de
la práctica organizacional, del sistema de recursos humanos o talento humano
como se le llama ahora. Los autores que tratan el tema dicen que hay que hacer
sentir a los empleados como socios de la organización, así la organización será
más productiva y las personas se sentirán comprometidas e identificadas con
ella.
Desde las teorías humanistas donde
cobran vida la sociología y sicología dentro de la administración, las teorías
de Mayo y Maslow, evidenciaron el énfasis de los aspectos sociales de las
personas en las organizaciones, las relaciones sociales que se dan dentro de la
organización y la importancia de ser aceptado, comprendido, con el fin de
satisfacer sus intereses y aspiraciones más inmediatos; cada día las personas
cobran un nivel más importante en las organizaciones, de allí del cambio del
concepto de recurso humano a talento humano.
Sin embargo, vemos como aún las
organizaciones están ajenas a lo que es el verdadero significado de esto y la
práctica no va más allá del cambio del nombre del departamento. En lo dinámico
de los procesos y más allá de la política organizacional, no hay cambios
significativos. La presión por las leyes que obligan a cumplir con los
salarios, beneficios contractuales y el temor de las acciones que los
trabajadores puedan en un momento asumir por el incumplimiento de las mismas,
son los únicos cambios relevantes.
Me pregunto: ¿hay motivación laboral más allá
del la remuneración económica? Esto nos lleva a otra pregunta: ¿se puede ser
feliz en el trabajo?.
La verdad es que el solo tener trabajo ya debería ser
motivo de felicidad, pues cuesta conseguirlo y ello debería hacernos felices.
Hoy
oímos hablar de felicidad en el trabajo y esta está definida por la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) como: “tener un empleo digno, que
permita trabajar en condiciones de seguridad, con los derechos protegidos, la
salud y la formación adecuada”.
Por su parte El Instituto de la
felicidad de Coca-Cola en 2008 realizó una encuesta sobre felicidad en el
trabajo a 3000 personas en España y entre sus conclusiones destacó: “Para ser
felices en el trabajo hay dos cosas claves: sentirse útiles, ver que lo que haces
corresponde con tu formación e interés y que recibamos el reconocimiento tanto
de los jefes como de los compañeros”
Pero nuestra realidad revela otras cosas, no hace
falta que me ponga a explicar cada frase de los conceptos y conclusiones antes
expuestas para evidenciar su ausencia, sería llover sobre mojado y entonces
diremos que simplemente no podemos ser felices en el trabajo, ya que no se
cumplen las condiciones. ¡Que triste si así fuera!. Que me disculpen los
grandes teóricos de la administración. Y sin querer pretender ser uno de ellos
les digo que en mi experiencia no puedo estar más en desacuerdo con esto.
En la vida de cada persona que
trabaja y enfoquémonos en el trabajo que recibe una compensación económica, el
promedio de años que se trabaja es más o menos 30 años y de cada día se
trabajan al menos 8 horas, ¿bastante no creen?, entonces que oscuro es pensar
que no podemos ser felices en la actividad que nos lleva más tiempo en la vida.
Y revisando el origen de la palabra trabajo, que viene del latín tripaliare,
tripalium, que se entiende como un elemento de tortura de la época clásica, en
sencillamente horrible y frustrante.
En administración me dirían que lo
obvio es que hay que motivar al trabajador. ¡PUES NO!, eso quedó atrás. Aquí
hay que detenerse y pensar, ¿has visto entre tus compañeros de trabajo, alguno
que en tu misma situación o alguna menos favorable que la tuya sonría y haga su
trabajo con alegría?, piensa bien, yo sí y gracias a Dios he encontrado alegría
también dentro de mí para seguir trabajando con entusiasmo. Te diré por qué,
llegamos de la casa motivados al trabajo, si, así de fácil. Lo difícil es como
se logra eso. De nuevo discúlpenme teóricos de la administración, pero una
empresa u organización no puede motivar a sus trabajadores, porque no tiene
alma, ni espíritu. En ella solo se puede crear un ambiente motivador. Entonces
la felicidad hay que buscarla uno mismo y dentro de sí, no esperar que quien
sea el jefe lo haga, no le permitamos tanto a alguien.
Así,
la cosa es como crear un entorno compatible con la sonrisa. En tu casa, a pesar
de que estás con tu familia, hay discusiones, desacuerdos, pero también hay
confianza y afecto, esto es lo que hace posible la convivencia. La tolerancia,
la flexibilidad, el respeto y estos valore son los que deben ser fuertes dentro
de ti, para que puedas llevarlos contigo a todas partes y eso incluye por
supuesto el trabajo. Cultiva la amistad, el cariño y el respeto con tus
compañeros es lo que puede lograr que un ambiente sea agradable.
Al final, la
felicidad es un ejercicio de madurez y hay que asumir que se trabaja con
personas. Si entendemos que es difícil ser felices en la vida en general, hay
que entender que es difícil ser felices en el trabajo y por lo tanto requiere
de nuestro esfuerzo. Cultivemos la amistad, el apoyo, la solidaridad, hagamos
reconocimiento horizontal. Después de todo si no podemos cambiar nuestro
destino, cambiemos nuestra actitud. Demostremos que más que un nombre en la
puerta de un departamento somos verdaderos talentos no solamente de una
organización sino de la creación de Dios.
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